sábado, 23 de mayo de 2009

martes, 31 de marzo de 2009

Basajaun

Basajaun o Anxo es el señor del bosque, que vive en cavernas abiertas en lo más intricado del bosque.

Genio de apariencia humana, revestido de larga pelambrera y poseedor de fuerzas prodigiosas. Cuando las ovejas hacen sonar al unísono sus cencerros, anunciando la cercana presencia de Anxo, los pastores pueden echarse a dormir tranquilos, pues no hay peligro alguno que les aceche.

El folclore vasco atribuye al Basajaun la responsabilidad de transmitir a los humanos los secretos de la agricultura, el trabajo en hierro y la construcción de determinados utensilios, como la sierra y el molino. El mítico ser pertenecería, por tanto, a una raza casi extinguida, de categoría algo superior a la humana y dotada de ciertos poderes sobre las fuerzas de la naturaleza, lo que le conferiría un carácter de semidios. Algunas tradiciones orales también se refieren a la Basandere, compañera femenina del Basajaun y de similar aspecto y comportamiento.

"En efecto, los basajaun cultivaban el trigo en la montaña de Muskia, sita en Atáun. Un hombre valeroso -San Martinico-, amigo de ellos, fue a visitarlos en su caverna. Llevaba calzado muy ancho con toda intención. Como viese allí montones de trigo apilado, apostó con los basajaunes a ver quién los atravesaba mejor, de un salto, sin tocar ningún grano del cereal. Los basajaunes los atravesaron fácilmente; pero San Martinico cayó en el centro de un montón, donde sus albarcas se llenaron de trigo.
Luego se despidió de los "señores salvajes" y se dirigió hacia el valle. Pronto los basajaun se dieron cuenta de que San Martinico llevaba granos de trigo en su calzado y lanzaron contra él un hacha, su arma arrojadiza. Esta se metió en el tronco de un castaño del término Mekolalde sito en San Gregorio (Atáun), distante un kilómetro de la cueva de Muskia, y no alcanzó a San Martinico que ya se había alejado algo más.
Ya tenían, pues, los hombres semilla de trigo; pero no sabían cuándo sembrarla. Acercándose un día San Martinico a la cueva de los basajaunes, oyó cómo uno de éstos cantaba:

"Si los hombres supieran esta canción, bien se aprovecharían de ella:

al brotar la hoja, siémbrese el maíz;

al caer la hoja, siémbrese el trigo;

por San Lorenzo, siémbrese el nabo".

En consecuencia, San Martiniko sembró su semilla de trigo en otoño y obtuvo en verano la primera cosecha de este cereal, cuyo cultivo y el uso del pan se extendieron luego por el mundo.

Gracias también a un ardid, consiguió San Martinico arrancar al basajaun el secreto de la fabricación de la sierra, según relatos de la región de Oyarzun.

El basajaun fabricaba sierras en su taller; no así San Martinico, que carecía de un modelo para ello. Deseando éste conocer el secreto, envió a su criado a anunciar en el pueblo que San Martinico había fabricado la sierra. Al oír esto el basajaun, le preguntó: ¿es que tu amo ha visto la hoja del castaño?
- No la ha visto, pero la verá contestó el criado, que luego refirió a San Martiniko lo sucedido. San Martiniko vio la hoja dentada del castaño y labró, a su estilo, una lámina de hierro.
De noche fue el basajaun a la herrería de San Martiniko para comprobar si éste había fabricado alguna sierra. AI encontrar allí una, le torció alternativamente a uno y otro lado los dientes, queriendo así inutilizarla. Pero con ello mejoró la herramienta: ahora estaba triscada y no se agarrotaba como le ocurría antes y les ocurra a las del basajaun. Desde entonces se propagó el uso de la sierra por el mundo.

Con igual treta logró San Martinico averiguar cómo el basajaun hacía la soldadura de dos piezas de hierro. Esto ocurría en Cortézubi. Para saberlo mandó anunciar en la región que él había descubierto el procedimiento para soldar el hierro con el acero. Entonces el basajaun preguntó al anunciante: "¿es que San Martinico asperjó con agua arcillosa ambas piezas?" - No lo hizo, pero ya lo hará" - contestó el pregonero. Y así, utilizando como fundente la arcilla con agua, San Martinico logró la soldadura del hierro, técnica que luego se propagó por los pueblos.
En la región de Sara cuentan que el eje del molino de San Martinico era de roble y se quemaba pronto inutilizándose para el trabajo. En cambio, el del molino del basajaun duraba mucho. San Martinico mandó anunciar que su molino funcionaba ya sin desmayo. "Eso quiere decir que le ha puesto eje de aliso" comentó el basajaun. - "Se lo pondrá" - contestó el pregonero. Desde entonces, gracias al ardid de San Martinico, los hombres pudieron empezar a beneficiarse de los molinos en todo el mundo."

domingo, 29 de marzo de 2009

LAMIAS

Las lamias, cuando reciben ayuda de sus vecinos los humanos (ya sea con favores u ofreciéndoles comida) suelen recompensarles generosamente, aunque en un principio no lo parezca: carbón que se convierte en oro, tocino que se transforma en plata, cenizas que se convierten en dinero, etc.
La siguiente leyenda es un ejemplo de cómo las lamias recompensan los favores a los humanos:

"Una noche la comadrona de un pueblo fue llamada por un grupo de lamias, ya que una de ellas se había puesto de parto. Cuando llegó al remanso del río donde estaba la lamia la comadrona le ayudó a dar a luz. Cuando terminó le pusieron delante un tarro lleno de miel y otro lleno de manteca. Las lamias le dijeron que eligiera el que quisiese. La comadrona pensó que la manteca le sería más provechosa. Aunque las lamias le recomendaron que se llevase el tarro de miel, la comadrona acabó por llevarse el de manteca. Al llegar a casa metió el tarro en un armario y se fue a dormir.
A la mañana siguiente abrió el armario y vio que en el tarro que le habían dado ya no había manteca sino monedas de plata. Entonces comprendió que si se hubiera llevado la miel se hubiera convertido en monedas de oro."

martes, 24 de marzo de 2009

La lamia enamorada

Las lamias responden a la figura de seres nocturnos que poseen una fisonomia antropomorfa y sexo femenino. Generalmente Las lamias presentan patas de ave palmípeda en vez de pies. Estos seres nocturnos suelen ocultarse durante el día ya que la propia luz del sol anula su poder y es por la noche cuando las Lamias mantiene su mayor actividad.


Una historia muy conocida de las Lamias es la de "la Lamia enamorada" y la pongo a continuacion:


"Una vez un joven pastor de Orozko, en Bizkaia, llamado Antxon, andaba por el monte con su rebaño cuando oyó un canto maravilloso, y quedó tan asombrado que se olvido de las ovejas y se dirigió hacia el lugar de donde provenía la voz.
Al separar unos matorrales vio algo que le dejó boquiabierto. Sobre una roca enclavada en medio de de rio estaba sentada la joven más hermosa que jamás había visto. Tenía el cabello largo y rubio, tan largo que le llegaba a los pies…Se peinaba con un peine de oro mientras cantaba una extraña melodia.Antxon no podía apartar sus ojos de ella.
En eso, la joven dejó de cantar y dirigió su mirada hacia los matorrales. Al ver al joven pastor se zambullo fugazmente en el rio. Al poco sacó la cabeza del agua, escondiéndose tras la roca, asomándose temerosamente…mientras el muchacho contemplaba, atónito, el juego. Finalmente, no volvió a esconderse y abriendo sus grandes ojos transparentes la preciosa lamia preguntó:
-¿Quién eres?El pastor permaneció mudo.

-¿Quién eres?- insistió la joven

-Antxon, Soy Antxon-acertó a responder al fin-. ¿Y Tú?
La joven lamia se echo a reír y no respondió, zambullendose de nuevo. El pastor esperó y esperó, pero al ver que no salia, regresó al pueblo confuso. Durante unos cuantos días no salio de casa, y no podía dejar de pensar el la joven del rio. Por fin se decidió y otra vez cogió el camino hacia el monte. A medida que se acercaba al lugar, de nuevo escucho aquel canto de los angeles, y se sintió feliz.
La hermosa joven, al igual que la vez anterior, peinaba sus cabellos rubios sentada encima de la roca junto a la cascada….Al ver a Antxon dejó de cantar y le sonrió
-Buenos dias, Antxon- dijo-.Te estaba esperando.
-¿A mi?-pregunto estupefacto.
-Si, a ti.Acércate, acércate.
Antxon se aproximó a la orilla, y allí se sentó. Pasaron las horas y ninguno de los dos hablaba, sólo se miraban.
-¿Te casarás conmigo?-.Pregunto la joven lamia cuando el sol comenzaba a ocultarse.
-Si-.Respondió Antxon.
En señal de compromiso, la joven le entrego un anillo, que el se puso en el dedo anular al instante.
Tras la despedida el joven ya en casa….
-Ama, voy a casarme- le dijo Antxon a su madre.
-Pero, hijo…,¿con quien?-pregunto su madre, asombrada, pues no sabia que su hijo tuviese novia.
-Con la joven más hermosa del mundo.vive arriba en el monte, junto al rio.
-Pero…¿quien es?- insistió la madre
-La mujer más hermosa que he visto en mi vida.
-¿como se llama?¿quienes son sus padres?
-Es la más hermosa, la más hermosa…

La madre llego a la conclusión de que su hijo estaba hechizado.Salio presurosa a la calle, habló con sus vecinos, con la abuela, con el tío, con el cura….todos le aconsejaron de forma distinta:Si es bruja, esto..Si es Lamia,lo otra..Si es extrangera, aquello….finalmente el hombre más viejo de Orozko dió también su opinión.
-Si es lamia, tendrá los pies de pato-sentenció…
La madre regresó a casa e hizo prometer a su hijo que miraría los pies a su novia.Despues de mucho insistir, Antxon prometió que asi lo haría, miraría los pies a su hermosísima novia.
De pronto, se apoderó de el un gran deseo de verla de nuevo, y echo a correr hacia el monte.
Su enamorada se estaba bañando y jugueteaba con los peces, entraba y salía del agua como un delfín y su risa era como el sonido de mil cascabeles.Se acercó silenciosamente, queriendo darle una sorpresa pero…..ahi! los pies de su amada no eran como los de todo el mundo!
-estaré soñando?-se preguntaba,incredulo…
Los pies de la joven parecian patas de pato, definitivamente eran pies de pato! Antxon se quedó paralizado por el estupor y después regreso al pueblo con el corazón destrozado. Al entrar en casa su madre que le esperaba, notó que algo extraño sucedía.
-¿Y qué, hijo? ¿Que ha pasado? ¿Has visto sus pies?-le pregunto impaciente.
-Son como los pies de los patos…-murmuro el joven.
-Es una LAMIA! No puedes casarte con ella! lo oyes!, los humanos no se casan con las lamias.

Antxon, presa de gran tristeza, se metió en la cama y enfermó. La fiebre le hacia delirar, veía el rostro de su amada y oía su voz llamándole..:”Zatoz,maitea,zatoz”(”Ven,querido,ven”). Pero él nunca volvió, porque murió de pena.

El día del entierro la lamia acudió a la casa de Antxon, se acercó al lecho, lo cubrió con una sábana de oro y besó sus fríos labios. Siguió al cortejo fúnebre hasta la puerta de la iglesia, pero, como todo el mundo sabe, las lamias no pueden entrar en las iglesias, entonces regresó al monte llorando por su amor perdido. Tanto y tanto lloró que, en el lugar donde cayeron sus lágrimas brotó un manantial que recuerda para siempre el amor imposible entre la lamia y el pastor.”

viernes, 20 de marzo de 2009

Olentzero

Hoy voy a contar la historia del Olentzero, he encontrado esta y me parece muy bonita. Todos de pequeños hemos creido en ese hombre bonachón que venia una vez al año a dejarnos regalos o, si nos habiamos portado mal, carbón, pero que trajese lo que trajese, le esperabamos con ilusion. Para recordar un poco aquellos años aqui dejo la historia:



En los bosques de Euskal Herria, hace muchisimos años, vivia un hada muy bella de cabellera amarilla y ojos muy brillantes. Como todas las hadas cuidaba de la gente y estaba acompañada por criaturas como duendes llamados Prakagorri (pantalones rojos) que la ayudaban en todo su trabajo. Un día que el hada estaba viajando a traves de las montañas mientras estaba peinando sus cabellos en una fuente los prakagorri le anunciaron que algo habia moviendose entre los helechos. Los duendes gritaron para llamar la atención del hada y ante la sorpresa del hada que no entendía como los humanos habian podido dejarlo abandonado encontraron un bebé humano. Por ello el hada le dijo al bebé: "tu nombre será Olentzero, porque es una cosa maravillosa haberte encontrado. Y por este acto te daré los regalos de Fuerza, Coraje y Amor, por todo el tiempo que tú vivas". Entonces el hada cogió al niño y lo llevo a una vieja casa en el limite del bosuqe donde vivian un hombre y una mujer que no tenían hijos. Asi que sabiendo el hada que serían muy felices de recibir el bebé lo dejó enfrente de la puerta para que ellos lo encontraran.

Muy pronto, al amanecer, cuando el hombre se levantó a ordeñar las vacas encontró al bebé y coriendo grito y se lo enseñó a su esposa, muy contentos de haber recibido a ese niño rapidamente lo taparon con una frazada, le dieron de comer y lo tomaron como su hijo. Apartir de ese momento, Olentzero creció entre los bosques y se convirtió en un fuerte, amable y saludable hombre que nunca tuvo la preocupación de como había llegado a ser encontrado por sus padres. Lentzero trabajaba todos los días del año haciendo carbon y ayudando a su padre. Pero lo inevitable sucedió y despues de muchos años los que habian sido sus padres murieron y Olentzero se quedó muy solo en su casa del bosque haciendose viejo según pasaban los años. Durante el paso de los años Olentzero fue entristeciendo y se fue dando cuenta de lo que necesitaba era ayudar a otras personas que lo necesitaban.Recordó que en el pueblo habia una casa donde vivian los niños que no tenian padres, ellos vivian de lo que la gente del pueblo les daba, esos niños eran muy solitarios como yo, penso el Olentzero asi que tarto de hacer algo para que esos niños fueron mas felices.

Asi que como Olentzero era muy hábil haciendo cosas con las manos se dispuso a hacer juguetes para los niños y muñecas para las niñas con la idea de darles los juguetes cuando fuera al pueblo a vender carbón. Cuando acabó de hacer las muñecas y los juguetes, los metió todos en un saco y cargo el saco en su burro junto al carbón y marchó al pueblo muy contento pensando en lo que iba a hacer.
Olentzero les dió los regalos a los niños y estuvieron muy contentos, él estuvo jugando con ellos todo el día y contandoles las histoprias que habia aprendido de su padre cuando era pequeño. Los niños y niñas apartir de ese momento amaron mucho al Olentzero y ya no se sintieron tan solos como antes. Olentzero fue muy bien reconocido en el pueblo y cada dia cuando llegaba al pueblo a vender su carbon era rodeado por todos los niños.

Esto sucedio durante muchos años hasta que un dia hubo una tremenda tormenta en el pueblo, bosque y montañas la cual destruyó muchas cosas. Los truenos, rayos,y el frio dejaron muy asustadas a las gentes del pueblo y especialmente a los niños. Un dia Olentzero estaba de camino hacia el pueblo y vio un rayo que caia en una casa. Se acercú y vio a unos niños en la casa asustados y pidiendo ayuda dentro de la casa que estaba en llamas. Cubrió a los niños con una manta para protegerles del fuego y los saco de la casa a traves de una ventana por el primer piso. Mientras él estaba tratando de salir una gran viga cayó sobre el Olentzero provocando que su fuerte y gran corazón se detuviera. Cuando se enteraron las personas del pueblo lloraron por lo sucedido dandose cuenta de que no habia nada que ellos pudieran hacer.

En ese mismo momento fueron sorprendidos por una brillante luz que salia de la casa. Mientras nadie pudo ver lo que sucedia dentro de la casa, dentro de ella, apareció el hada que habia encontrado al Olentzero cuando era un bebe en el bosque muchos años antes, está le llamo por su nombre con su dulce voz. El hada le dijo al Olentzero: "Olentzero, tu has sido un buen hombre, lleno de fe y de buen corazón. Has dedicado toda tu vida a hacer cosas para los demás, y has dado hasta tu propia vida para salvar a otras personas. Por lo tanto no quiero que te mueras. Yo quiero que vivas para siempre. De ahora en adelante tu harás juguetes y otros regalos para los niños que no tienen padres y en todos los rincones de Euskal Herria", al oir esto los parakagorris se apresuraron a decir que ellos le ayudarían.

Y apartir de ese momento asi sucedió. En la mitad del invierno, al final de cada año, Olentzero va por todos los pueblos de Euskal Herria repartiendo juguetes a los niños que no tienen padres ni abuelos que les hagan regalos. Los niños de todos los pueblos celebran la llegada del Olentzero cantando canciones y esparciendo mensajes de amor.
Muchas personas no creen que el Olentzero exista pero por contra otras sostienen que entre los vascos existe todo lo que tenga un nombre y realmente queramos que exista.

domingo, 15 de marzo de 2009

Toti Martinez de lecea

Hoy voy a recomendar un libro de mi escritora favorita sin ninguna duda, ella es Toti Martinez de Lecea, relacionado con el tema de mi blog.
Nacida en Vitoria-Gazteiz en 1949, vive en Larrabetzu, un pequeño pueblo de Vizcaya, en compañía de su familia, rodeada de libros y objetos de artesanía de diversas procedencias.
Entre sus publicacion cuenta con:

Leyendas de Euskal Herria:



El País Vasco o, mejor dicho el Pueblo de los Vascos, que es lo que en realidad significa Euskal Herria, cuenta con una riquísima tradición mitológica y de leyendas. Brujas, gigantes, enanos, dragones, lamias y otros seres sobre los que planea la sombra de la diosa Mari, poblaron la imaginación de este pueblo a lo largo de los siglos. Las creencias y tradiciones pre-cristianas se mantuvieron presentes o mezcladas con el cristianismo hasta hace bien poco y fueron transmitidas de forma oral de padres a hijos.
Este libro es una recopilación de algunas de las leyendas vascas que don José Miguel de Barandiaran, don Resurrección Mª de Azkue y otros importantes hombres de la cultura vasca recogieron de boca de los ancianos a comienzos del siglo XX y sin cuya labor se hubieran perdido irremisiblemente.
Toti Martínez de Lezea ha hecho una selección de aquellas leyendas que más le gustan, utilizando un mismo lenguaje para todas ellas y respetando en todo momento las narraciones originales, tal y como se lo pidió el propio don José Miguel de Barandiaran. Juan Luis Landa ha dado cuerpo a la imaginación popular por medio de unas magníficas ilustraciones, las mejores en su estilo a juicio de los expertos.
Otro dia comentare otros libros de ella, aunque igual ya no traten todos de leyandas, sin ninguna duda merecen ser comentados.

martes, 10 de marzo de 2009

Zugarramurdi

Zugarramurdi es para mi uno de los lugares más bonitos y con más encanto en los que he estado nunca. Sin ninguna duda, a una se le pone la piel de gallina al conocer la historia de este lugar (similar a muchas que ocurrieron en esa época), y como debido a la ignorancia y a falsos testimonios, se pudo llegar a tal masacre. Para comenzar voy ha hacer un pequeño resumen de lo que es un akelarre, para poder llegar a entender como se distorsiono la historia:


“En Europa, el culto a un dios cornudo se remonta al siglo V. Jano, la deidad masculina con cuernos, simboliza la virilidad, la fuerza, y se le atribuye una personalidad promiscua. Es el responsable de la fecundidad y fertilidad de la tierra. En el País Vasco, esta entidad toma el nombre de Akerbeltz o macho cabrío negro, un fauno del que se creía que vivía en alguna cueva, bajo tierra, y al que se le atribuían propiedades curativas contra la enfermedad e influencias benéficas sobre los animales y rebaños encomendados a su protección. Por esta razón, todavía hoy en día se cría un macho cabrío negro en muchos caseríos.


Akerbeltz era el fauno al que adoraban las brujas y brujos en los "akelarres", que tenían lugar normalmente las noches de los viernes, en prados cerca de cuevas, o en claros de bosques, a cierta distancia de donde vivieran, a donde podían acudir las brujas a pie o “montadas sobre sus escobas”. La palabra akelarre procede del euskera, de la unión de aker+larre, que literalmente se traduciría como "prado del cabrón" o del macho cabrío.


Se acusaba a las mujeres de usar estas reuniones como provocación, de invocar en ellas al diablo (el macho cabrío) para pactar con él, de llevar a cabo toda suerte de orgías en las que participa también el demonio, de hacer sacrificios o ritos malignos que causaban mal al pueblo... Aunque realmente, a estas reuniones no acudían extraños, con lo que esto no son sino elucubraciones e hipótesis hechas muchas veces desde el miedo o el rechazo. Probablemente el que una serie de mujeres se reuniesen por su cuenta no resultaba normal en la época y daba pie a rumores infundados, más aún si la reunión era por la noche. Sí se sabe que se reunían, que bailaban desnudas bajo la luna, que preparaban infusiones con hierbas que ellas mismas solían recoger... poco para los castigos que sufrieron muchas de ellas después.
También es posible que algunas de las cosas con los que se asociaron los akelarres sucedieran de algún modo provocadas por las propias supersticiones de la época, que conseguían que las mujeres llegaran a autosugestionarse hasta el punto de tener alucinaciones que luego relatarían (en las que sí que podría aparecer una imagen que les recordara al demonio).
Además de la teoría de simples reuniones de mujeres cansadas de la rutina, también hay estudios que creen que podrían ser una derivación de los ritos de la fertilidad propios de culturas más primitivas, de adoración a la Madre Tierra o que asocian los excesos que se les suponían a estas reuniones con los que se daban también en las antiguas celebraciones en honor a Dionisos, el dios del vino. Tal vez el hecho de que estos dos últimos tipos de celebraciones incluyesen también a los hombres fue lo que hizo que no fueran perseguidas y sí lo fueran los akelarres.

Se cuenta que en ellos el diablo podía elegir en qué forma aparecerse a las brujas, si en su forma animal, como un macho cabrío, bajo forma humana, convirtiéndose en un hombre apuesto pero con oscuras intenciones, o bajo la forma de una bestia informe sin los límites bien definidos. Así mismo, se cuenta que podía elegir darles a las brujas que copularan con él y le fueran fieles este mismo poder de transmutación.
Se dice también que el diablo solía marcar a sus acólitas. Una de las maneras era hacerles una herida en alguna parte del cuerpo, que al cicatrizar se insensibilizaría. Así, durante las torturas en la Inquisición muchas veces se excusaban en que no estaban torturando exactamente sino buscando esa zona insensible que delatara a la bruja como tal. Otra marca que usaba el diablo era dotarles de un falso pezón que serviría para amamantar a su demonio familiar, oculto muchas veces bajo la forma de un animal. De aquí surgen dos creencias tradicionales que se mantienen hoy, la de que las brujas suelen tener verrugas (por donde se alimentaría este demonio familiar) y la de que suelen acompañarse de gatos negros o de otros animales como pueden ser lechuzas o cuervos.

Con la llegada del cristianismo, la práctica de estos ritos paganos se consideró herejía y comenzó a ser perseguida. Esto no iba a ser una tarea fácil, pues había que erradicar creencias instaladas en el pueblo desde la noche de los tiempos. La autoridad eclesiástica no dudó en emplear las tácticas más sibilinas, fabricando rumores con el fin de crear rechazo hacia las brujas vascas, y cubriendo sus prácticas con un manto de miedo y sospecha. Así, alimentaron la idea de que los "akelarres" eran bacanales donde sacrificaban niños para luego beberse su sangre; de que ofrecían muchachas núbiles al diablo, celebraban misas negras o elaboraban sus pócimas con todo tipo de ingredientes repelentes, como médula ósea de niño, excrementos, arañas y otras "delicatessen".
A pesar de tanta calumnia, el puritanismo eclesiástico de la época seguía sin conseguir sus fines, así que optó por utilizar su arma más temida y letal: el Tribunal del Santo Oficio.
El proceso inquisitorial comenzó cuando María de Ximilguen, una de las nigromantes de la aldea, fue requerida por el Santo Oficio por su relación con una caza de brujas acaecida en la ciudad francesa de Ciboure. María reconoció haber estado presente en diferentes aquelarres celebrados en las cuevas de Zugarramurdi junto a otras mujeres como María Chipia, Estevania de Teclea, María de Zozoya o Graciana de Barrenechea. El párroco navarro les ordenó pedir perdón por las herejías de forma pública en el pueblo pero, según apuntan diferentes investigadores, el desencadenante final de los acontecimientos fue la denuncia presentada ante el Tribunal de Logroño (cuya área de acción comprendía Navarra, Vizcaya, Álava y Guipúzcoa) por parte de Fray León de Aranibar, abad del monasterio de Urdax. La Santa Inquisición intervino y desató una psicosis diabólica y eclesiástica que acabó con la detención de más de 300 personas acusadas de sacrilegio. El juicio se prolongó desde 1608 a 1610. El inquisidor don Juan del Valle y Alvarado se trasladó a la comarca navarra para investigar "in situ" los supuestos actos de herejía que se producían. Tras dos años de proceso los responsables religiosos llevaron a las llamas, los días 7 y 8 de diciembre y ante más de 20.000 personas, a seis de los acusados. El resto de los encarcelados fallecieron en prisión a causa de las epidemias”.